“El ballet está, hay que amasarlo de nuevo y llevarlo al
2010”, dice el argentino
Bocca pretende acercar la danza a niños carenciados
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El
flamante director del Ballet del Sodre donará parte de su sueldo para que niños de la calle puedan acceder a esta disciplina. El trabajo está en marcha: bailarines de México, Paraguay, Brasil, Venezuela, Chile, Argentina y Uruguay audicionarán el lunes. |
Por Alejandra Volpi – Diario Ultimas Noticias- Edicion del 21/05/2010.-
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Bocca comparte una oficina con sus
asistentes en el cuarto piso del complejo que alberga al Auditorio
Nacional Adela Reta. Cuando llegó Ultimas Noticias estaba tomando mate
con su computadora portátil delante, sin rastros del glamour que supone
una carrera exitosa como la suya.
Se remanga con gusto para ponerle energía a este proyecto de
recuperación del ballet nacional que le confió el presidente José Mujica
tras su asunción. Para reforzar esta idea, de obra en construcción,
eligió realizar la entrevista en una de las salas de ensayo a medio
terminar que todavía luce gris y desolada. "Más adelante pondremos un
biombo para las reuniones privadas. Pero no tengo problema. Es lindo ser
parte de este proceso", explicó.
Días atrás convocó a Jorge Drexler para que colabore con el ballet,
consciente de que además le aportará prestigio y atraerá a un público
distinto. "Lo elegí porque me gusta lo que hace, es uruguayo, es
conocido y me contó que está haciendo algunas cosas con el candombe. La
idea es que la música que componga vaya por ese lado. Se trata de buscar
un público más joven y esto incentiva".
Bocca explica que dentro del ballet clásico hay muchas ramas que pueden
explotarse. Su idea es llevar esta disciplina al interior del país y
ofrecer funciones para públicos con intereses diversos. "La danza no
siempre es para entendidos o para ir de gala, ni es exclusividad de los
teatros. Debe haber galas para quienes disfrutan pagando una entrada
cara y mostrándose, pero también funciones accesibles para los que no
tienen tanto poder adquisitivo", agregó.
-¿En base a eso definió la programación?
-Sí, porque es lo que apliqué en mi carrera. En Argentina el ballet
ahora es más popular y hay mucha gente estudiando. Yo acá veo que la
mayoría de las nenas van a estudiar danza y que los espectáculos se
llenan. Eso lo hará más fácil.
-Cuando Mujica lo convocó para este cargo ¿le dio alguna
indicación?
-Lo que más me impactó cuando lo conocí es la tranquilidad y la
seguridad con que transmite las cosas. Y me dijo algo que me pareció
maravilloso: "La educación si no tiene cultura no sirve". Son dos cosas
que tienen que ir de la mano.
-En conferencia de prensa dijo que deberá traer al Ballet del
Sodre al siglo XXI. ¿Qué tan atrasado está?
-No lo encontré en tan mal estado. Pero lo que un bailarín necesita es
estar arriba del escenario como cualquier artista de las artes
escénicas. Entonces falta continuidad, el proyectarse a largo plazo y no
pensar solo en la función de la semana que viene. Se debe trabajar de
otra forma. Tampoco está actualizado a nivel de técnicas de enseñanza
quizás por haber perdido un poco el contacto con el resto del mundo,
pero eso pasa también con el ballet del Teatro Colón que ahora está
atravesando un cambio.
-Pudiendo trabajar con cualquier compañía prestigiosa del mundo, ¿por
qué eligió Uruguay?
-Porque si puedo ayudar a que este teatro no se agote solo en la
inauguración y siga un proceso de crecimiento lo hago. Para mí es lindo
tener un trabajo, aportar, generar y después volver a mi casa. En la
danza además siempre tenemos que luchar.
-¿Mañana haría lo mismo en otra parte del mundo?
-Sí, pero estoy muy bien acá, muy tranquilo. No nos olvidemos que el
Sodre va a cumplir 75 años, no es algo que inventé yo, ya estaba, tiene
una trayectoria. Tuvo una época muy rica.Es usar todo eso, amasarlo de
nuevo y llevarlo al 2010, a que recupere las grandes producciones.
-¿Vino a Montevideo escapando de algo?
-Hace casi dos años que estoy acá. No me escapé de Buenos Aires,
necesitaba más tranquilidad y me gusta el agua. Quería poder ir al
supermercado, caminar por la calle tranquilo y hacer una vida normal
como cualquier ser humano. No digo que la que tuve antes haya sido
anormal pero no era común. Hacía cien vuelos al año, doscientas
funciones, trabajaba todo el día, tenía una o dos semanas anuales de
vacaciones. Era feliz, nadie me obligaba, me gustaba. Pero por primera
vez puedo generar y volver a mi cama.
-Además antes entrenaba duro.
-Ahora también estoy cuidándome, porque si no me siento incómodo. Si el
pantalón me aprieta me cuido un poquito más porque no quiero cambiar de
talle, ¡cuando pasa eso es lo peor, no hay retorno!. Pero sí, me doy mis
gustos.
-El contrato que firmó con el Sodre, ¿es de los menos
redituables de su carrera?
-Para mí está bien. Si uno compara con contratos que se pueden tener en
otros lados no es nada. Pero no lo hago por una cuestión económica. No
está eso presente, desde abril estoy trabajando porque tengo ganas.
-¿Cuál es el monto?
-Esas cosas económicas las maneja el Sodre, prefiero no decirlas yo. Mi
idea es donar una parte para que chicos de los asentamientos puedan ir a
la Escuela Nacional de Danza, ayudarlos con el transporte y la comida.
Quiero incorporar a chicos de la calle.
-Es alguien comprometido con la sociedad.
-Uno va viviendo y aprendiendo muchas cosas. Cuando estás cómodo y bien
está bueno ayudar. Yo a veces escucho la millonada que ganan los
futbolistas y me pregunto qué hacen.
-Además de una ley jubilatoria especial, ¿qué otros cambios
hacen falta para mejorar las condiciones de los bailarines?
-Terminar estas dos salas. Más adelante que haya un primario y un
secundario específico para que los estudiantes no tengan que andar
corriendo por los horarios. Cuando un bailarín se retira entre los 42 y
45 años tendría que prepararse para hacer otra cosa porque todavía es
joven. No podés sentarte en tu casa y cobrar un sueldo, cuando podés
viajar al interior a dar clases, por ejemplo. Tener un régimen de ese
modo sería mejor, y si no es ahora será más adelante.
-¿Participaría en política?
-No, yo creo que el arte no tiene que mezclarse con la política.